Para cuidarnos bien, debemos regresar y cuidar al niño herido que llevamos dentro. Tienes que practicar el volver a tu niño herido todos los días. Tienes que abrazarlo con ternura, como ese padre o madre que ahora puede protegerlo, puede verlo, puede escucharlo y reconocerlo por cómo es. Tienes que hablar con él, hablar con ella. Comienza a reconocer su presencia y prométele que harás todo lo posible para sanar sus heridas.
Este curso de seis semanas está dirigido a sanar las heridas que carga tu niño interior. Utilizaremos una técnica de sanación muy efectiva que te ayudará a crear un espacio seguro en tu interior que te permitirá liberar a tu niño interior de esas heridas, cambiar las creencias y los comportamientos limitantes que se reflejan en tu vida adulta el día de hoy.